Toca el piano borracho como un instrumento de percusión hasta que los dedos te empiecen a sangrar un poco Read Online Free Page B

Toca el piano borracho como un instrumento de percusión hasta que los dedos te empiecen a sangrar un poco
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col,
    puré de papas, salsa y galletas.
    son las doce y 23 de la noche
    y van a derribar este lugar,
    no quiero decir mañana, pero sí pronto,
    y el pequeño perro le gruñe al cielo de nuevo
    y mi cigarrillo de nuevo apagado;
    el amor que tiene ese colchón junto a la puerta,
    el sexo y las peleas y los sueños y las
    conversaciones,
    cuando llegue aquel tractor no va a poder tirar todo eso,
    y aún cuando derribe los árboles y el cagadero
    y haga hoyos en el caminito que da asco
    no lo tendrá todo,
    y cuando conduzca dentro de 6 meses y vea
    el nuevo edificio lleno con 50 personas de
    ingresos estables,
    seguiré recordando la bebé azul chupando
    el pecho azul,
    la vid desde el techo, la chica trigueña,
    los caños goteando, las arañas y las termitas,
    la pintura amarilla y gris, el mantel en la
    ventana frontal y el colchón al lado de la puerta.

una radio con agallas
    fue en el 2º piso de la calle Coronado
    yo solía emborracharme
    y tirar la radio encendida por la
    ventana, y, por supuesto
    rompía los cristales
    y la radio caía sobre el tejado
    y seguía sonando
    y le decía a mi mujer:
    ʺ¡ah, qué radio tan maravillosa!ʺ
    a la mañana siguiente quitaba
    el marco de la ventana
    y lo llevaba calle abajo con el cristalero
    para que le colocara otro cristal.
    seguí tirando la radio por la ventana
    cada vez que me emborrachaba
    y caía sobre el tejado
    y seguía sonando…
    una radio mágica
    una radio con agallas,
    y cada mañana volvía a llevar la ventana
    al cristalero.
    no recuerdo cómo acabó aquello exactamente
    aunque sí recuerdo
    que al final nos mudamos.
    había una mujer en el piso de abajo que trabajaba en
    el jardín en traje de baño
    y su marido se quejaba de que no podía dormir por la noche
    por mi culpa
    así que nos fuimos
    y en la siguiente casa
    me olvidé de tirar la radio por la ventana
    o no quise
    hacerlo más.
    recuerdo que extrañé a la mujer del
    jardín en traje de baño,
    cavaba entusiasmada con aquella pala
    agachando la cabeza y levantando el culo
    y yo me sentaba junto a la ventana
    para ver el sol brillar sobre su espalda
    mientras la música sonaba.

entrevistas
    los jóvenes del movimiento subterráneo
    con sus periódicos y revistas
    de poca circulación
    llegan con frecuencia a entrevistarme.
    sus melenas son largas
    sus cuerpos delgados
    tienen grabadoras y
    vienen con abundante cerveza.
    muchos de ellos
    se las arreglan para quedarse algunas horas y
    terminan borrachos.
    si estoy con alguna de mis amigas
    logro que ella hable.
    sigue adelante —digo—
    cuéntales la verdad.
    entonces ellas cuentan lo que les parece
    que es la verdad.
    me pintan como algo semejante a un idiota
    lo cual es cierto.
    entonces soy interrogado:
    ¿por qué dejó de escribir durante diez años?
    no sé.
    ¿por qué no entró en el ejército?
    por loco.
    ¿sabe hablar alemán?
    no.
    ¿cuáles son sus escritores modernos preferidos?
    no lo sé.
    raras veces veo las entrevistas.
    aunque cierta vez uno de estos jóvenes
    me contó que mi novia lo había besado
    mientras yo estaba en el baño.
    te la llevaste fácil, le dije
    y dicho sea de paso
    olvídate de esa pendejada que te dije sobre
    Dos Passos. ¿o fue acerca de Mailer?
    hace calor esta noche
    y la mitad del vecindario está borracha.
    la otra mitad está muerta.
    si tengo algún consejo que dar acerca de escribir
    poesía es éste: no lo hagas.
    ahora estoy enviando a alguien
    a comprar. algo de pollo frito.
    Buk

la cara del candidato en un afiche callejero
    ahí está él:
    sin demasiadas resacas
    sin demasiadas peleas con mujeres
    sin demasiadas llantas pinchadas
    nunca un pensamiento de suicidio
    no más de tres dolores de muela
    nunca le faltó comida
    nunca en prisión
    nunca enamorado
    7 pares de zapatos
    un hijo en la universidad
    un carro de un año de antigüedad
    pólizas de seguros
    un jardín muy verde
    tachos de basura con tapas bien cerradas
    será elegido.

¡luna azul, oh luna azuuulll cómo te adoro!
    me preocupo por
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